El 9 de abril, diecinueve ovejas llegaron, en pequeños grupos, para pacer en el prado situado detrás del Centro Internacional. El 24 de abril, después de haberse comido toda la hierba, partieron hacia un pastizal de 15 hectáreas. Esta oveja y sus dos corderos fueron los primeros en llegar y los últimos en irse. Giles, el pastor, habla de sus “hijas” cuando se refiere a sus ovejas; él las ama como el Buen Pastor. Giles también es una persona muy generosa. Nos da huevos frescos de su granja.