Las inundaciones del pasado mes de junio dañaron el techo y las paredes de la sala de comunidad, por lo tanto hubo que reparar las goteras y volver a pintar y a tapizar. Durante siete días, Felipe y su aprendiz Enzo, trabajaron bien y obtuvieron un magnífico resultado. Los motivos del empapelado, centrados en la naturaleza, dan una impresión de calidez, de luz y acogida. Con impaciencia, esperamos que lleguen los días en que podamos compartir esta sala con ustedes.
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